A veces me da por no usar Malbec y vestir de seda y burbujas. A veces los labios rojos atraen más que en tonos violetas. A veces las risas suben como espuma de un buen Moët.
San Valentín simplemente combinó y me niego a celebrar solo un día de romance. Alguien que me encanta dice que «el romanticismo es solo para aderezar la relación». Bueno, a mi… ¡me encantan los aderezos!
Fue entonces que en un sueño, recontando la velada, me vi contestando la pregunta: ¿Con qué marida un Moët? Pues anoche comprobé que la combinación de fresas, chocolates y champagne, no es solo un cliché sino un maridaje perfecto. Un Moët Brut tiene ese grado equilibrado de dulce y seco que permite combinarlo con sabores como el chocolate amargo, chocolates de avellanas y frutos rojos.
Para mi, Moët habla de elegancia y tradición, de romance y amor. Moët marida con un babydoll de seda y encaje, con un lipstick rojo, con besos y abrazos, con velas y sueños.
Moët & Él … al parecer … maridan conmigo.
Excelente texto!!!
…. el vino es sentimiento, ve nuestro primer video de Wine Talks!!!
Saludos!
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Me aventé maratón ayer! Me han encantado! Los seguiré viendo, definitivamente creo que la pregunta correcta no es “a qué sabe?” Sino “qué sientes?”
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